Procuramos mujeres sumisas, que podamos ignorar si son feas, o estar de encimosos si no, y que no nos puedan mandar feo al demonio por el chantaje de calificarlas de "mamonas".
Lennarth Anaya
Procuramos mujeres sumisas, que podamos ignorar si son feas, o estar de encimosos si no, y que no nos puedan mandar feo al demonio por el chantaje de calificarlas de "mamonas".
Lennarth Anaya
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