La ley del mínimo y máximo beneficios

"Toda cosa que usted hace, la hace esperando encontrar un beneficio para sí mismo, directo o indirecto", alegan los conservadores. Si usted es amigable con alguien, lo es esperando obtener beneficio de esa amistad. Si es usted amable con una dama, esa misma dama, u otra, podrían redituarle en dicha actitud. Si es usted gentil con alguna criatura que le parezca bella, es el placer de su belleza la que, a final de cuentas, le otorga un beneficio propio, un beneficios egoísta. Todo cuanto usted hace tiene, en realidad, una razón egoísta, aluden. Aún cuando apoye usted una causa que no pueda percibir, será al menos por librarse del cargo de conciencia de no haberlo hecho, concluirán al ofrecerles algún ejemplo difícilmente refutable.

Esa mentalidad absolutista, sustentada en un análisis que considero altamente preciso, no deja lugar a excepciones, procura no conceder espacio para el cambio, sirve de apoyo a los conservadores para legitimar la voracidad de los empoderados y deslegitimar al activista. "Si es verdad que todos los individuos, incluyendo a otras especies, buscamos un beneficio propio, aunque sea pequeño, y eso es comprensible y aceptable; entonces es legal que yo busque un beneficio mucho mayor siendo que soy alguien con aspiraciones y capacidades tan superiores a las de ustedes. Es decir, si es permisible para usted, con sus limitaciones y conformidades, buscar en cierto grado un beneficio, entonces es permisible para mi hacer lo mismo en mayor grado". Ése es el razonamiento implícito en muchas ocasiones, más cínico en otras tantas, que encierra el argumento del beneficio propio.

Nosotros, totalmente enajenados por los medios de difusión y la inercia del mercado y la cultura, no damos crédito a los filósofos, científicos y algunos monjes de doctrinas no materialistas consideradas como "radicales", que nos han demostrado con sus vidas la falacia de "el ser humano como ser irremediablemente apegado a sus deseos más ordinarios", procurando desalentar todo impulso idealista que las nuevas generaciones pueden, y definitivamente deben, proponer.

Lennarth Anaya

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