ONGs

Le pregunté a qué se dedicaba y me respondió "a salvar al mundo".

No imagino más noble forma de vivir nuestra existencia, que dedicarse a "salvar el mundo". Desde un detective, un abogado, o un prominente empresario admirador de Tesla, honestos e idealistas, hasta la directora de una Organización No Gubernamental, ONG.

Si de todas formas ha de dedicarse uno a algo, ¿qué mejor que sea provechoso para todos y no sólo para las dos partes involucradas en una transacción egoísta?

Me pregunto si bajo un régimen Socialista sería admisible semejante osadía de "dedicarse a salvar al mundo". Y es precisamente esa bondad del Capitalismo la que al mismo tiempo que genera oportunidades, causa también perspicacias.

Aquello que comienza con la mejor de las intenciones por parte de los fundadores, no es heredado con la misma fuerza e indignación por las generaciones subsecuentes y se desvirtúa. Así como un adolescente emprendedor se ha auto asignado la tarea de producir alimento en su colonia para que las personas puedan dedicarse a otras actividades en beneficio de todos, sus hijos, acostumbrados a vivir de ese seguro negocio, intentan afianzarlo y procuran corromper legisladores para que a las personas les resulte muy difícil disponer de los medios para producir sus propios alimentos, degenerando por completo la razón de ser de nuestra actividad económica en pos del sostenimiento de la misma por mera conveniencia del particular.

Lo hemos visto ya tantas veces en tantas industrias, la energía, la medicina, ¡los alimentos!, ah, los alimentos... se sabe que algunos desafortunados en regiones del planeta, ahora muy admiradas e imitadas por algún extraño síndrome psicológico, vivieron duras hambrunas y lo único que se les ocurrió fue devorarse a los animales que tenían cerca. Posteriormente, en pleno siglo XXI, con la tecnología y conocimiento suficiente para poder producir alimentos vegetales de manera eficiente, los dueños de la industria cárnica, tan cómodos en su zona de confort, inútiles ante la vertiginosa ola de avances tecnológicos, creativamente impotentes para renovarse y dedicar sus industrias a actividades menos salvajes y más provechosas, decidieron mejor emplear su poder económico para auspiciar propaganda de terror y mentira, haciendo creer a las masas que el consumo de animales es justificable y renunciar a ello sería terrible para la salud. Alegato que millones de personas en el mundo hemos desmentido con el testimonio de nuestras propias vidas.

Aquel granjero cuya intención inicial no era mala, se convirtió en el tabacalero que, una vez que se enteró de que sus productos causaban cáncer, se resistió a la idea de renovar su imperio con los fondos con los que ya cuenta y prefirió guardar silencio y seguir vendiendo su nocivo producto, para "seguir siendo alguien en la vida".

"Somos igual de inteligentes y eficaces que las industrias, y encima nos asiste la razón y la justicia", dice una entusiasta representante de una ONG cuya misión me parece muy bella. A continuación la interrumpe un joven muy enojado, alegando que todos sus logros son falacia y que "siguen formando parte del mal Capitalista en el que se explota al hombre por el hombre". No me fue permitido responder a sus consignas, existen otras ONGs dedicadas a proteger al ser humano contra la la esclavitud,otras contra la explotación laboral, otras que protegen a la niñez, que promueven la educación, la equidad de género, la protección al medio ambiente. Como mencioné antes en mi pregunta retórica en esta misma nota, y que no me fue permitido preguntarle al enfadado asistente en la conferencia que presencié, ¿habría posibilidad, en otro tipo de régimen, de dedicarse a una causa que los gobiernos considerasen insignificante y que por ende no deseasen patrocinar?

Francamente comparto un poco del temor de aquel estudiante y voy a expresarme procurando no herir a gente de buenas intenciones, pero insistiendo en lo necesario que es ser sinceros y poner las cartas sobre la mesa para auto regularnos y no perder el objetivo, como el tabacalero, el carnicero o el farmacéutico: ¿y si algún día son tantos los que vivan de la ONG que les convenga que los problemas que intentan solucionar no se terminen?, es comprensible que se definan objetivos pequeños a corto plazo, no para extender el tiempo de vida de la ONG, sino para enfocarse en cada objetivo que componen al objetivo maestro, paso a paso, lograr progresos sensibles para los afectados, mejorar sus condiciones y posicionar a la ONG para adquirir adeptos, incluso justifico con ciertas reservas lo que "la comercialización de la marca", lo cual suena escalofriante para una organización no lucrativa, pero es comprensible puesto que se juegan las reglas del juego, se apuesta a ganar en favor de los vulnerables. Pero es ahí el riesgo que algunos vislumbramos al capitalizar la causa, riesgo a perder de vista el objetivo, temerle a lograrlo prematuramente, cuando lo que se debe anciar todos los días es que la causa deje de ser una causa por estar resuelta y podamos dedicarnos a otro asunto con la satisfacción de haberlo logrado. Temer la consecusión del objetivo maestro por significar la pérdida de su ingreso sería un rotundo fracaso para la ONG.

Por favor vea usted el documental Cowspiracy, para que sepa a qué ONG estoy a punto de referirme. Solía yo donarles porque su causa me parece de lo más importante, pero me desagradó un poco nunca pronunciarse a favor del veganismo que, aunque no era directamente su razón de ser, tiene relación con otros pronunciamientos, como la protección de algunos mamíferos atrapados en el hielo del ártico en escenas bastante mediáticas. Me alejé por pura corazonada, antes de ver ese documental que explica que existen donadores importantes de la industria que dejarían de ofrecer su apoyo la ONG si ésta atentara contra su mercado, aún cuando la industria de la alimentación es la principal destructora de la causa por la que se supone que esa ONG existe.

Existen muchas personas con la noble intención de salvar algo, salvarlo de nosotros mismos, de nuestros semejantes, parecidos sólo en aspecto, pero con siniestros instintos que hacen que la palabra humanidad no pueda ser sinónimo unívoco de virtud. Algunas pocas de esas ONGs, como partidos políticos, estarán conformadas por rockstars amantes del selfie que podrían estar invirtiendo su tiempo y dinero en la auto complacencia, y sin embargo optaron por sacarle mayor provecho a su existencia y por ello merecen nuestro apoyo, o al menos que no les estorbemos, como aquel joven cuyas intenciones desconozco y que no estaba aportando nada al discurso y parecía sólo sugerir la claudicación. Es la causa y no las personas, la que merecen nuestro apoyo, con mucho mayor razón las personas que persigan esas causas con total vocación.

Con tristeza hemos sido testigos de los intentos de sabotaje en México del evento llamado Teletón, organizado por una de las empresas más nocivas de la región, cuyo objetivo es la creación y mantenimiento de centros avanzados y gratuitos de rehabilitación para niños con alguna discapacidad. ¿No debería ser el objetivo del evento analizado de forma independiente a la deplorable reputación del organizador mismo? Se ha cuestionado la deducibilidad de los impuestos, y la organización responde que siempre ha sido posible que cada donante deduzca su recibo a nombre suyo; a lo que entonces responden cuestionando el empleo de la lástima para atraer la atención de los donantes, además del beneficio de televisar el evento pues los anunciantes representan un considerable ingreso. ¿Y si así es?, ¿no es el fin suficientemente importante como para que durante el proceso de obtener el beneficio estándar que siempre obtienen, se orienten nuestros esfuerzos al beneficio de los infantes con algún problema?, pareciera que la gente que no desea donar quisiera proteger su autoestima y no seguir siendo expuesto al evento, y por ello desea sabotearlo. O simplemente, hartos de la empresa organizadora, la quieren ver fracasar. Yo mismo no soy un donador del evento por las mismas reservas que me genera esa empresa, pero no deberíamos atrevernos a difamarlo y arriesgarnos a tirar algo que tal vez sea puro, sólo porque ya no creemos.

Personas que se dedican al sector productivo de tiempo completo, y parcialmente a los importantes movimientos que el Estado tiene descuidados son ineficientes. Significaría reducir drásricamente las oportunidades de éxito al confiar los logros exclusivamente a personas que diariamente llegan cansadas a sus casas después de sus jornadas de trabajo para dedicar el resto de su tiempo y energía a asuntos que necesitan gente en un estado mental y físico al 100% ¿Qué tan contundente puede ser el seguimiento de un asunto si las reuniones y visitas de las personas está sujeto a las obligaciones diarias de los voluntarios? Creo que las ONGs son indispensables para atender con seriedad asuntos de suma importancia no productivos, es indispensable que esas personas perciban un ingreso suficiente para no tener wue preocuparse por subsistir, con las distracciones que ello conllevaría, pero a su vez considero indispensable que quienes no formamos parte de ONG alguna nos mantengamos al tanto, brindemos soporte y valoremos sus resultados; que no nos desentendamos con una donación, qie visitemos, por ejemplo, el asilo de niños huérfanos al que se dé una donación, ver el estado de los huéspedes, apoyar con nuestras manos cualquier esfuerzo operativo que esté a nuestro alcance, y mantenernos económicamente independientes, de esa forma contamos con total libertad de expresión para manifestar siempre de manera objetiva, y sin interés o temor económico, lo que observamos; pero teniendo en mente con esa misma objetividad que las ONGs las conforman personas talentosas, aunque humanas al final, que están ofreciendo sus vidas pudiéndose haber dedicado a otra cosa.

Lennarth Anaya

Volunteers do not necessarily have the time; they just have the heart.
~Elizabeth Andrew
Fuente: @edgarnun7

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