El pecado original

Dios, en un arranque de furia infinita, envió a todas sus tropas para castigar a la humanidad por sus pecados tan repugnantes. Serán devorados así como ellos devoraron a otras especies, serán aprisionados, violados, humillados, hacinados. La tierra y la mar se los tragarán para reparar el daño a ellas causadas y así sucederá con los hijos de sus hijos de tal forma que no puedan volver a hacerlo.

Yo me pregunté: "¿aún cuando las generaciones futuras, purificadas ya del pensamiento del mal, inocentes y temerosas no sean ya culpables de las atrocidades de sus antepasados?", sin saber cómo garantizarle que una vez recuperadas del recuerdo, la tiranía no volvería a inundar sus ansiosas mentes.

Lennarth Anaya

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