Justa privatización petrolera mexicana

El petróleo bendito no debería generar riqueza ni oportunidades para las muchedumbres, para los miserables que no tienen talento para existir y nada más extienden la mano a papá gobierno para que les paguen la parranda y la chamacada consecuente que por cierto, ni saben educar. Entonces la clase media-cre, amante también de las parrandas, con ínfulas de élite, atinan a favorecer al dueño de las armas para que, él sí con todo merecimiento, explote lo que nadie debería explotar.

Lennarth Anaya

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