El ejemplo del adulto

El adulto de ahora, totalmente condescendiente consigo mismo, entiende las inseguridades e inmadurez de la juventud y la solapa a sus descendientes y con ello incluso la promueve. Adultos que no se avergüenzan de sus, ciertamente, tonterías adolescentes, las están incentivando en las nuevas generaciones, con lo cual se acentúan.

No sirve un adulto débil que a todo responde "así era yo de joven también". Necesitamos adultos maduros que entiendan por experiencia propia dicha inmadurez. Un adulto que es un buen y firme ejemplo, que no intenta ser juvenil y con ello evitar madurar. Sin necesidad de ser autoritari@, si acepta que en nuestra juventud no teníamos sentido de orientación y significado, y que peligrosamente nos cedemos la razón a nosotros mismis con algunos pocos razonamientos y experiencias, y deseamos ser admirados; combinación que nos lleva, desde perder el tiempo inocente y lastimosamente, hasta cometer graves errores que nos denigran a nosotros u a otros.

Lennarth Anaya

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