Los niños

Yo interpreto cierto desprecio cuando le dice que se calle y se ponga a estudiar, o a ver la tele, lo que sea que le.brinde paz por un rato... todos los días.

Con tal de verblas novelas o el futbol, para olvidar el tedio de la esclavitud diaria.

El o la pequeña no les pidieron venir al mundo, son una extensión de ellos mismos, la materia misma lo demiestra en la forma, pero la parte más interesante es la conciencia. Algunas veces me pregunté de niño, ¿qué se sentirá tratar conmigo mismo si hubiera dos de mi?

Y eso mismo veo en los niños, cuya persona es depravada con el amor en exceso, o con el desprecio del "señor obligado", hasta el grado más infame que una bestia salvaje primitiva puede alcanzar atentando violentamente contra ellos. No se les mira con interés, el interés de esa nueva conciencia que algo tendrá de la mía, la oportunidad de saber cómo más pude haber sido naciendo en otro instante.

En su lugar le evitan, le mandan a adorar otros modelos que le entretengan su inquieta y desgastante mente. No saben realmente convivir con sus supuestas amistades, menos serán capaces de convivir consigo mismos.

La permisividad para seguir modelos mediocres, o el uso de la fuerza para impedirlo, demuestran la falta de carácter de alguien que no puede servir como punto de referencia natural para formarse un carácter.

Difícil dotarle el respeto debido a un ser tan vulnerable e influenciable.

Lennarth Anaya

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