El ambiente que rodeó mi juventud era el de los círculos de la
pequeña burguesía, es decir, un mundo que muy poca conexión tenía
con la clase netamente obrera, pues, aunque a primera vista resulte
paradójico, el abismo que separaba a estas dos categorías sociales,
que de ningún modo gozan de una situación económica desahogada, es
a menudo más profundo de lo que uno pueda imaginarse. El origen de
esta -llamémosle belicosidad- radica en que el grupo social que no
hace mucho saliera del seno de la clase obrera, siente el temor de
descender a su antiguo nivel de gente poco apreciada, o que se le
considere como perteneciente todavía a él. A esto hay que añadir
que para muchos es agrio el recuerdo de la miseria cultural de la
clase proletaria y del trato grosero de esas gentes entre sí, lo
cual, por insignificante que sea su nueva posición social, llega a
hacerles insoportable todo contacto con gente de un nivel cultural ya
superado por ellos.
Así
ocurre que, apenas considera posible el "parvenu"
aquello que es frecuente entre personas de elevada
situación que, descendiendo de su rango, se acercan hasta el último
prójimo. No se olvide que "parvenu" es
todo aquel que por propio esfuerzo sale de la clase social en que
vive para situarse en un nivel superior. Ese batallar, con frecuencia
muy rudo, acaba por destruir el sentimiento de conmiseración. La
propia dolorosa lucha por la existencia anula toda comprensión para
la miseria de los relegados.
- Adolfo Hitler
Mi Lucha
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