Felicidades, mujer.
Que tu día sea recordado por las penas que te hemos causado.
Que tu día demuestre que necesitamos un día para recordar nuestros torpes cerebritos, cada cosa que olvidamos y que debemos recordar, necesitamos un año de 1365 días para todas esas cosas que discriminamos y humillamos, porque con tan poquitos no nos va a alcanzar.
Que mañana sirva no sólo para avergonzar a los hombres, sino también a las muejeres que toleran que exista desigualdad que propicie la servidumbre, para avergonzar a las mujeres que ingieren animales, de una vez a los homosexuales que los degluten y piden a gritos que no los discrimines, mientras ellos sí lo hacen a otros. Que sirva de vergüenza para los negros que comen y visten animales, para los judíos que fueron tratados de igual forma y cuya experiencia histórica no haya servido de nada y se hayan convertido en la misma basura de la que fueron víctimas. Felicidades a los mexicas explotados que ahora ya no lo son tanto, a la gente vieja que es discriminada de actividades productivas; muchas felicidades por supuesto a los indígenas, que ya merito van a dejar de ser excluídos y podrán ellos seguir excluyendo a otro más débil, felicidades a los pobres, a todas, todas, las personas que forman parte del aparato de discriminación de un tercero y ruegan por formar parte del explotador y no del explotado, en vez de realmente querer erradicar cualquier forma de explotación. Felicidades, mañana, por el día de la mujer...
Lennarth Anaya
Comentarios