Dios

Somos esencialmente seres malignos para los demás, incluso algunoa hasta contra sí mismos, qué diablos hace que sintamos amor... a esa razón inexplicable, que un científico atribuiría como una extrapolación del instinto materno, que a su vez extrapola al instinto de supervivencia le llamo Dios, porque la supervivencia propia deja de intervenir por completo en este inexplicable sentimiento.

Lennarh Anaya

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