Curioso, apenas hoy, a mis ya 32, sentí de pronto un temor a seguir siendo tajante contra la hipocresía, sentí temor de que algún día, cercano, ya no se abran las puertas laborales en todos aquellos rincones en donde he empleado mi crítica sin la menor cautela.
Siempre confiado en mis talentos y en las necesidades de la época, siempre confiado en una posible independencia, incluso confiado en la promesa de que no vivir demasiado, y aferrado a que es mejor morir de pie, que de rodillas.
De pronto vi en LinkedIn algunas sonrisas falsas haciendo contacto, sonrisas a las que mis comentarios tal vez hayan aludido en algunas ocasiones, todos mostrando un profesionalismo un poco falso, yvun formalismo, éste sí, falsísimo, que olvidan una vez que ya tienen un contrato asegurado.
¿Qué pudo ocasionarme ese temor?... he de meditarlo, seguramente mi subconsciente, que es consciente de que estoy "mal gastando" mi tiempo libre de forma "improductiva", no sé. Pero si a alguien le sirve el tip, me tranquilicé recordando que puedo vivir, aún en la exclusión de la industria, bajando mi nivel de gastos; lo que las mayorías cínicas llaman "nivel de vida", como si la plenitud dependiera totalmente de lo material y la existencia fuese, en sí, tan cara como el caviar, y los frijoles fueran despreciables.
P. D. Está bastante chafa para colocar estilista al texto en la aplicación de Blogger para Android.
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