La culpa no es de la TV, ni del culto, ni del partido. La culpa es de todos los tontos que seguimos a quien, sin nuestro apoyo, sería un loco haciendo cosas solo.
Lennarth Anaya
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Sólo imagine, cualquier evento que emociona a la gente, ¿cómo se verían los que lo hacen si no hubiera audiencia?...
Se verían igualitos a los loquitos que con sus ropas viejas andan hablando solos en la calle, a los payasitos que se suben al autobús y que groseramente ni volteamos a ver, pero de todas formas terminan su show. Así se verían las telenovelas, gente fingiendo situaciones (actuando) y nadie los ve, hasta humildes serían los actores televisos.
Así se verían los padres eclesiásticos diciendo que comer pollo no es pecado, pero ser flasfemo u homosexual sí... solitos hablando a la nada. Así se verían los politicians en sus eventos que organizan para felicitarse, habrían unas cuantas hojitas callendo y un grillo de fondo, mientras terminan su speach que ni ellos creen.
Todos queremos alterar el comportamiento de los demás, Televisa por poder y dinero, algunos facebookeros para que alguien nos haga en el mundo (o para que nuestros hijos convivan con niños menos tontos cuyos papás estuvieron expuestos no sólo a la estupidez de la tele, sino a una opinión crítica... depende de si el facebookero se atreve a aislarse del mundo o no si éste se mantiene en su nivel bajo intelectual).
También puedes ver muchos artistas, pintores o actores, que siguen haciendo lo que les gusta aunque nadie los pela, parecen locos también, pero inspiran. Los activistas que se manifiestan contra la tauromaquia y el crimen, al principio parecen locos porque están solos... poco a poco se les unen y ahora sí ya va la bola, con la confianza de que no estarán solos (como locos) porque ya hay suficiente cantidad de gente para no parecer loco.
A la gente que produce cambios no le intimida quedarse sola y actuar sola porque no buscan lucrar; a los abusivos sí les interesa tener quorum para que sus business sean lucrativos.
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