Belleza


Puchunga, 2004



La primera foto corresponde a una perrita recogida hace 10 años de la calle. Fue despreciada por vecinos por no ser muy agraciada, vecinos no muy guapos.

Puchunga, 2013
 La segunda foto fue tomada en el 2013. La presente nota tiene por intención idear un ejercicio acerca de la belleza. Evidentemente está dirigido a gente inteligente, sabemos que la belleza es relativa y que hay quien pueda decir que la perrita es fea en cualquiera de las fotos porque no tiene pedigree, ni los ojos verdes, ni las orejas paradas, ni la cola mocha, ni la pose de..., etc.

Ejercicio:

1. Tome usted a cualquier perro muy bello, de preferencia no lanudo, o con el compromiso de peluquearlo para que pueda vérsele la expresión.

2. Trátelo de la patada, no le dé afecto, déle de comer cuando a usted se le antoje, no lo saque a ejercitarse.

3. Después de 1 año, ¿se sigue viendo el perro bello?


El segundo ejercicio es hacer lo opuesto, tome a un perro desagraciado y bríndele toda la disciplina, afecto, ejercicio, juego y alimento como debe ser, ¿se sigue viendo desagraciado?


Las personas suelen decirme que tengo perros muy bonitos, como si fuera cuestión de suerte. La gente inculta, adinerada y no adinerada, espera comprar perros ya bonitos porque es a lo que pueden aspirar sin que les cueste demasiado esfuerzo. No saben que es uno el que provoca esas cosas.


Trasladando el ejercicio a seres humanos, suponiendo que no somos gente demasiado vulgar, no andamos viendo por la calle todos los días personas que nos resulten hermosas. Generalmente más bien accedemos a conformarnos con lo que hay. Pero suponiendo que fuésemos sinceros con nosotros mismos por una vez, es una minoría la gente que realmente nos gusta y nos despierta sensaciones bonitas. Los países latinoamericanos tenemos el complejo de las facciones. En ello y en un cuerpo bien tornado basamos la belleza y nos conformamos. Cabe señalar que el propio complejo es un sentimiento que nos hace ver feos, de no tenerlo, nos veríamos tan bellos como otras razas, a nuestra manera, nada despreciable (de hecho ocurre regularmente que quieren importar a algun@s de nuestras compatriotas).

De igual forma que el naco, adinerado o sin dinero, intenta comprar la belleza de un perro de forma fácil, las personas intentan comprarla de forma fácil. Para lograr la tonificación hacemos el mínimo esfuerzo en el gimnasio, de preferencia con dietas y operaciones. Para lograr las facciones deseadas, algunas mujeres recurren las cirugías, la gran mayoría recurre al maquillaje; los hombres recurren a onditas, poses y peinados; al final ambos géneros intentamos simular nuestra belleza.

La expresión "la belleza interna se refleja en el exterior" es choteada con burla por las masas ignorantes, que manifiestan una fealdad física con su expresión facial y corporal. Hasta cuando están felices se les nota lo déspota por la sonrisa, no dejan de ser feas, sus andar es fingido, en el fondo inseguro pues, a lo más, se llegan a sujetar de un andar engreído para disimular sus sentimientos.

Lo curioso es que nuestra cultura le da gran importancia a la belleza, eligen pareja por el aspecto, eligen perro por el aspecto, todo es aspecto, y creen que pueden disimularlo. Concentrándose en lo que sienten mejorarían automáticamente lo demás, pero implicaría que no les importara tanto y sería un círculo virtuoso al que difícilmente querrán ingresar.

Sirvan estas fotos que comparto de mi perrita como un mínimo ejemplo de que la frase acerca de que "la relación entre lo que pensamos y la belleza" es real. Rondarían por las calles mujeres preciosas y hombres que les moverían las entrañas a ellas con su presencia. A su vez, los hombres nos regocijaríamos con el espectáculo de verlas a ellas andar, si tan solo hiciéramos el ejercicio de tener menos malas intenciones y ser menos egoístas...

Lennarth Anaya

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