Sin precio

Si protegiéramos muchísimas cosas, la vida sobretodo, entonces habrían cosas que no tienen precio, y entonces intentaríamos ser dignos de sólo contemplarlas, sin destruirlas, nos llenaríamos con coexistir con ello, sin necesidad de poseerle.

Nuestra mentalidad del precio nos hace destruir montes, ríos, cascadas, vidas animales, destruir personas, destruir culturas, destruir la inocencia, destruir todo aquello que, si tuviéramos que ganarnos siendo dignos, pocos disfrutarían jamás.

Lennarth Anaya

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