La fantasía de la marca

"Los fanáticos se amontonaban alrededor de las mesas, agitaban sus tarjetas de crédito o nos entregaban un montón de billetes, y exclamaban 'quiero uno de esos, dos de aquellos y... ¿te quedan todavía de los otros? En ese caso, los quiero'. La gente quería llevarse a casa un pedacito de sus grupos favoritos a quienes adoraban. Su deseo era que esas bandas y sus marcas se convirtieran en parte de sus vidas."

Robert Kiyosaki
El Toque de Midas

De esta manera describe el señor Robert Kiyosaki el valor de una marca contra lo que puede lograr un producto sin marca o uno pirata. Concuerdo en lo miserable que es la piratería pues en general, salvo excepciones no justificables, se trata de personas holgazanas que quieren vivir con el menor esfuerzo y a costa de los logros de alguien más, que no siempre significan un esfuerzo tampoco, pero eso no es asunto del pirata.

Lo criticable me parece el aceptar que el valor no está en el objeto, sino en la marca. Sabemos bien que la marca logra su reputación por la calidad que ha ofrecido a lo largo del tiempo, pero me parece ridículo que el ser humano aspire a dejar de lado la valoración objetiva de un producto y se conforme con la vanalidad de adquirir productos sólo por la presunción de la marca. Si un fabricante de teléfonos celulares ha ganado reputación por sus productos infalibles, es razonable que la gente adquiera esa marca por esa garantía de excelencia en el producto, pero es francamente estúpido criticar a quien adquiere una billetera sin la marca de un grupo de rock por alguien que adquirió el mismo producto pero con un grabado con el nombre de una banda.

Argumentar que el individuo sujeto de este análisis es feliz pagando una cantidad muy superior a la del producto porque quiere que esa banda "forme parte de su vida" es alentar la estupidez del individuo promedio, lo cual es muy conveniente para quienes tienen la oportunidad de asociarse y ofrecer esos productos con un valor agregado imaginario, pero no es nada conveniente para la humanidad y el resto de las especies. Significa entorpecer la evolución de la mente, concentrar energías en producir (por una parte) y trabajar para adquirir (por otra parte) ilusiones que sólo debilitan el carácter y mantienen nuestras mentes ocupadas en cosas que aligeran las tensiones pero que no resuelven problemas.

Un ser humano con un poco de inteligencia no podría ni remotamente pensar que un grupo de rock forma parte de su vida sólo porque se adquirió un artículo con su nombre, ni siquiera por haber asistido a un concierto suyo o por haber cruzado algunas palabras con los artistas.
La mediocridad a la que nos acostumbran los gobiernos y los mercados harán que estas negaciones espanten u ofendan a quienes se conforman con tan pequeñas aspiraciones en sus vidas, pero es claro que el objetivo de la marca o grupo es obtener dinero del espectador, ya sea de manera directa, mediante la adquisición de artículos, o inditecta, mediante la promoción y engrandecimiento de la marca de manera totalmente gratuita... bueno, con el pequeño costo que implicaría tener que hacer en el mundo a esos insignificantes individuos que aspiran a tener la firma, foto o sólo el nombre de un famoso al que idolatran en algún artículo de su posesión, y con eso ya sentirse realizados, cuando sus aspiraciones personales deberían ser mayores y relacionadas al desarrollo de sus habilidades.

Lennarth Anaya

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