Religión mata convicción personal

Las personas sienten un respeto inexplicable y casi infalible hacia las religiones (convicciones de grupo), y desprecian las convicciones personales.

El nutriólogo, el entrenador deportivo, el compañero de trabajo, alegan que no hay alternativas libres de crueldad cuando les digo que quiero productos sintéticos... pero para mi sorpresa, si toda explicación la reduzco a que mi "religión" me impide consumir esos productos, sin cuestionamientos, sin miradas raras, sin pretextos, se esfuerzan por encontrarme esas alternativas.

En el gimnasio, me buscan guantes de vinil, la nutrióloga se esfuerza por encontrar equivalencias, cuando en otra ocasión otros me dijeron que simplemente no podía dejar de comer carne porque moriría... pero como la religión es sagrada, inofendible, incuestionable, pues se respeta más que cualquier causa, por noble que sea; más que cualquier razonamiento, por coherente que éste sea; más que cualquier vida, por contradictorio que esto sea.

Lennarth Anaya

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