Historias comunes 1

Historias conmovedoras reales:

- Mis perritos queriendo estar conmigo, con sus carillas de ilusión, sin importarles que sea un cretino.

- Señoras con las manos llenas y un pequeño o pequeña con una mochila a los hombros sujetándole del brazo para atravesar la calle, todas las mañanas, con el mismo interés por llegar temprano a la escuela. Señores haciendo lo mismo, arremangándose. Un joven que acompaña a su hermana, que está a punto de entrar a la adolescencia, conversando con ella con una gran sonrisa de amigos, noto cierta admiración entre quienes comúnmente no la habría debido a que la costumbre hace pensar que los hermanos no son especiales.

- Un señor de aprox. 30 años que quiso titularse por experiencia profesional como pedagogo, y fue rechazado groseramente por un grupito de individuos que se esconde en el confort de las aulas y la seguridad social del estado. La experiencia profesional de este señor, despreciada por el magisterio, es el seguimiento y tutoría de niños y adolescentes ej situación de riesgo, hermanos de drogadictos o criminales, hijos de alcohólicos o padres violentos, huérfanos, u otras cosas peores. A quienes soporta y comprende pacientemente de inicio, pero que comienza a ser estricto paulatinamente y procura dar motivos de vida a esas personas, lidia con orines en la cama, con sonámbulos, con berrinches y otras enfermedades rarísimas del ser humano mal tratado por el sistema en etapas tempranas. Este señor de postura humilde ante esos payasos que creen que piensan por tener un título que literalmente se puede comprar con una inversión económica, una fuerte inversión de tiempo no necesariamente productivo y sobre todo una actitud servil ante el sistema educativo al que quiere pertenecer de manera formal.

Lennarth Anaya

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