Las olipmiadas y las aspiraciones juveniles

El pasado fin de semana (Julio del 2012), durante las olimpiadas, una joven de 16 años rompió un récord mundial en la natación. ¿Cuánto habrá tenido que trabajar una joven tan pequeña para lograr ese desempeño? Definitivamente no es alguien que pierda tiempo excesivo embriagándose, como tantas personas de esa edad. ¿Qué impacto tendrán esas aspiraciones  de las mayorías en la sociedad?, aspiraciones estrechas, reducidas a la relación de pareja y el alcohol.

Un amante del grafiti me comentaba que la adrenalina de colocar un gran grafiti, en un lugar complicado, era su incentivo. Si supiéramos que podemos sentir adrenalina en el deporte, y además le hace bien a nuestro cuerpo y mente, y sin causar daño a nadie, seguramente vería como algo sin sentido dibujar paredes. "¡Pero si él hacía deporte, boxeaba!"... practicar realmente un deporte, implica necesariamente invertir muchísima energía. La gente que no lo hace realmente, se queda con energía que debe desahogar de cualquier forma, sin pensar, como un perro que se vuelve agresivo cuando no lo sacan a correr; porque todos los animales tenemos que desquitar nuestra energía.

Me remito a recordar mi juventud, cuando jugaba foot ball americano llegaba bien cansado a casa, no tenía que dormir demasiado, seguía teniendo energía para estudiar o hacer otras cosas, pero estaba más tranquilo. Cuando se terminaba la temporada hacía muchas estupideces en la escuela y en mi colonia.

Ahora imagino a tanta gente a la que le da hueva ir al mercado a pie, tantos niños que sólo quieren jugar videojuegos o ver tele, tantas niñas que sólo quieren jugar a la mamá o a la top model, ocultando sus bellos rostros detrás de ese maquillaje que se ve bien falso. Así crecen y son los ciudadanos de hoy en día, que se vuelven de derecha o izquierda, con tal de que alguien más se esfuerce por el progreso y comodidad de todos, gente que no sabe hacer sacrificios y se mantiene en su estado de confort.

El punto no es ganar la medalla, sólo una persona lo podrá hacer, esa es otra enseñanza, el punto es aprender a dejar el alma en algo que no haga daño a nadie y que desarrolle nuestro cuerpo y mente (ambas) y que inspire a los niños a desquitar la energía, que de todas formas desquitarán, en algo constructivo, sin obsesionarse, sin dedicarle tampoco el excesivo tiempo de su vida que deben dedicarle los atletas por una puta medallita que ahí queda.

Ojalá le hubieran dado mejores aspiraciones a aquella joven que hace unos meses, en el 2012, se aventó del puente de Boulevard a Zacatecas, en Aguascalientes, saliendo del antro. No sé si haya sido un desamor o una frustración con sus padres, pero si hubiera tenido un reto de verdad, como lo es el deporte, nada habría sido tan desgarrador como para quitarse la vida tan joven.

Lennarth Anaya

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