La doctrina judía del marxismo rechaza el principio aristocrático
de la Naturaleza y coloca en lugar del privilegio eterno de la fuerza
y del vigor, la masa numérica y su peso muerto. Niega así en el
hombre el mérito individual e impugna la importancia del
nacionalismo y de la raza abrogándose con esto a la humanidad la
base de su existencia y de su cultura. Esa doctrina, como fundamento
del universo, conduciría fatalmente al fin de todo orden natural
concebible por la mente humana. Y del mismo modo que la aplicación
de una ley semejante en la mecánica del organismo más grande que
conocemos, provocaría el caos, sobre la tierra no significaría otra
cosa que la desaparición de sus habitantes.
- Adolfo Hitler
Mi Lucha
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