Una vez llegó al pueblo un señor, bien vestido, se instaló en el único hotel que había, y puso un aviso en la única página del periódico local, que decía que: estaba dispuesto a comprar cada tronco grueso que le trajeran por $10.
Los campesinos, que sabían que el bosque estaba lleno de troncos, salieron corriendo a cortar troncos.
El hombre compró, como había prometido en el aviso, los cientos de troncos que le trajeron a $10 cada uno sin chistar.
Pero, como ya quedaban muy pocos troncos en el bosque y era difícil cazarlos, los campesinos perdieron interés. Entonces el hombre ofreció $20 por cada tronco y los campesinos corrieron otra vez al bosque.
Nuevamente, fueron mermando los troncos, y el hombre elevó la oferta a $25, y los campesinos volvieron al bosque, cortando los pocos troncos que quedaban, hasta que ya era casi imposible encontrar uno.
Llegado a éste punto, el hombre ofreció $50 por cada tronco, pero, como tenia negocios que atender en la ciudad, dejaría a cargo de su ayudante el negocio de la compra de troncos...
Una vez que viajó el hombre a la ciudad, su ayudante se dirigió a los campesinos diciéndoles:
- Fíjense en ésta bóveda llena de miles de troncos que mi jefe compró para su colección; ni recuerda que los tiene. Yo les ofrezco venderles a ustedes los troncos por $35 y cuando mi jefe regrese de la ciudad, se los venden por $50 cada uno.
Los campesinos juntaron todos sus ahorros y compraron los miles de troncos que había en la gran bóveda y esperaron el regreso del 'jefe'...
Desde ése día, no volvieron a ver ni al ayudante, ni al jefe. Lo único que vieron fué la bóveda llena de troncos que compraron con sus ahorros de toda la vida.
Ahora tiene usted una noción bien clara de cómo funciona el Mercado de Valores, la Bolsa y Wall Street.
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Fuente: Andrés Castro
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